ZONAS DE ACTUACIÓN Y PERSONAS BENEFICIARIAS DE NUESTROS PROGRAMAS

 

La Asociación trabaja con población de los barrios de Los Mateos, Santa Lucía, Barriada Santiago y Lo Campano, considerados de alto riesgo de social. Tambien, trabajamos con todas aquellas personas, sean o no de estas zonas, que presentan un de exclusión y que demandan nuestros recursos.

 

La población de los barrios está constituida por personas de orígenes diferentes, teniendo en común el proceder de zonas más deprimidas de otros municipios, provincias, e incluso de otros países.

 

El nivel económico es bajo, existiendo como únicas empresas, algunos pequeños comercios, y sufriendo un alto índice de paro que afecta especialmente a la juventud.

               

Se da con mucha frecuencia y normalidad la economía sumergida, y en un alto porcentaje actividades ilegales relacionadas con el tráfico y consumo de drogas (en los barrios de Lo Campano y Los Mateos de forma especialmente preocupante).

               

En el caso de los que tiene trabajo, los contratos que hay son casi siempre eventuales. Otros (sobre todo en el barrio de Santa Lucia) tienen su actividad relacionada con el sector de la pesca, con las condiciones laborales, temporalidad, remuneración y escasa previsión de futuro que lleva aparejado.

               

Existe otra fuente de ingresos importante, proveniente de los subsidios sociales, pensiones por jubilación e invalidez, y prestaciones por desempleo.

               

El perfil socio-económico de estas familias se resume como: unidades familiares con gran número de miembros, con recursos económicos irregulares y escasos, y con escasa cultura del ahorro y la previsión.

               

Del mismo modo, el contexto familiar y socio-cultural del sector infantil y juvenil nos lleva a la conclusión de que esta población se encuentra en situación de alto riesgo social. Los factores a tener en cuenta son:

 

• Elevado índice de población infantil.

• Maternidad y/o paternidad en edades prematuras.

• Problemáticas socio-económicas, relacionales y culturales en las familias.

• Absentismo y abandono temprano de la escuela.

• Relaciones vecinales deterioradas.

• Droga: tráfico y consumo.

• Modelos adultos negativos.

• Problemáticas de higiene y salud.

• Modos de vida no adecuados al desarrollo integral del niño y del joven.

• Expectativas de futuro pesimistas.

• Infraviviendas y ocupaciones multifamiliares de las mismas.

• Desahucios.