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Los Mateos lucha por su imagen

El barrio avanza en limpieza urbana y en la erradicación del chabolismo. La coordinadora vecinal agradece la ayuda municipal pero pide más iluminación y cámaras que vigilen la zona del castillo para evitar su deterioro

«¡Esto ha cambiado una barbaridad! Mire lo despejado que está, desde el Castillo hasta las laderas que dan a la Iglesia y observe la plaza nueva que han hecho». Nieves Laporte, de 84 años y monja de la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos pasea con la coordinadora de su orden y le cuenta los progresos del barrio en los últimos 18 meses. «Han acabado con un montón de chabolas, han limpiado todo el entorno del castillo, han puesto más papeleras y contenedores y la limpieza y la recogida de basuras es, ahora, mucho mejor».

La coordinadora de Los Mateos, con la que colabora Nieves, ha conseguido avances en estas materias que ni siquiera los círculos más refractarios al progreso del barrio han conseguido revertir. Sin embargo, los materiales de construcción y desechos varios no tardan en reaparecer en las zonas más sensibles, como las laderas sur y suroeste del cerro. «Esto es una lucha continua para la que necesitamos mucho apoyo de la Administración», subrayó el responsable de la Coordinadora de los Mateos, Pedro Martínez.

Laporte y Martínez son solo dos actores en el conglomerado de colectivos que luchan cada día por mejorar la imagen de este núcleo urbano, en el que hay dos mil personas censadas. «Toda ayuda es poca para conseguir que esa necesidad cale en los que viven en el barrio», explicó. Varias son las líneas que se han seguido hasta ahora dentro del Manifiesto Fénix, en el que la coordinadora tiene la ayuda del Ayuntamiento y de otros colectivos sociales.

Más de 400 toneladas de basura fueron retiradas entre finales del año pasado y el primer cuatrimestre de 2017. El Ayuntamiento aportó maquinaria para recoger los residuos amontonados. Pero lo que es novedoso, según Pedro Martínez, es «la colaboración de los propios vecinos del barrio, que ayudaron a reunir los desechos que posteriormente fueron retirados».

Es una novedad en la que aún hay que trabajar mucho. «Porque lo normal es lo contrario. Todavía hay demasiada gente que se dedica a tirar las cosas por ahí para que, como dicen ellos , vengan a recogerlas 'los basureros'», explicó Nieves Laporte. Ella es de las que intentan inculcarles a las personas a las que ayuda desde la congregación, «que los nuevos contenedores que han puesto en la parte baja del barrio son para arrojar en ellos residuos determinados. Pero resulta difícil para gente que nunca lo ha hecho», apostilló.

Una inspección detallada permite comprobar, semanas más tarde, que la limpieza no se mantiene en todas partes y que hay lugares en los que reaparece la basura. «No hay que dejarse engañar. En muchos casos se trata de personas de otros barrios que aprovechan que aquí había descampados llenos de basura para dejar la que traían, pero eso ahora es mucho más difícil», explicó Pedro Martínez.

Así lo pudo comprobar 'La Verdad' hace pocos días cuando una furgoneta dejaba un colchón y un somier en la ladera del castillo de los moros que da a Santa Lucía y salía rápidamente en dirección a otro barrio cercano.

Luz y cámaras y plazas nuevas

La coordinadora ha pedido ayuda para mantener la limpieza que tanto esfuerzo le ha costado. «Queremos cámaras, que puede instalarse de manera sencilla en algún punto elevado del castillo y que detectarían a quienes lleguen a echar basura. También focos que iluminen la zona», detalló Martínez. El concejal de Seguridad, Francisco Aznar, todavía no se ha pronunciado al respecto.

La limpieza fue complementada con la plantación de especies autóctonas, gracias a la colaboración de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) y del colectivo CreeCT, aunque su presencia no es muy visible.

Otra de las fórmulas para mejorar la convivencia es la recuperación de espacios públicos. En los últimos meses, la colaboración del Ayuntamiento ha permitido convertir un solar que era un auténtico vertedero, al lado de la calle Borderán, en una coqueta plaza con un mural, geranios en un seto que rodean la explanada central, bancos y una plantación de palmitos. También ha habido una intervención en la plaza de Perico el Cojo.

También en este caso, las mejoras urbanas tienen que ir seguidas de una concienciación de los ciudadanos para que no empiecen a aparecer pintadas y a desaparecer las plantas y los bancos al día siguiente de que se marchen los obreros.

Para eso está también la labor de la Asociación Rascasa y sus planes educativos y de integración. Este año llevarán a cabo un Programa de Intervención Social con Jóvenes, mediante el cual pretende apartarles del gamberrismo y de caer en actividades licitas y orientarles hacia acciones formativas que les permitan tener un futuro.

En el ámbito de los niños, el Ayuntamiento convertirá este año, de nuevo, el colegio Aníbal en centro de referencia de las Escuelas de Verano, para que chavales de entre 5 y 12 años pertenecientes a familias con pocos recursos reciban, al menos, una buena comida al día y participen con sus compañeros en juegos y otras actividades de ocio que resulten educativas. Alumnos de este colegio participaron, el pasado 25 de abril, en una jornada de limpieza del parque de los olivos, situado junto al centro educativo.

Nuevas inversiones

«Hace unos meses ahí mismo, donde ahora está explanado, al lado de la torre eléctrica, había varias chabolas y las tiraron», explicó Nieves Laporte, que señala la ladera norte del cerro, ahora más despejada que antes, como prueba de lo que se ha hecho. «Ya les han advertido a algunas personas que han llegado y han ocupado algunas que estaban desocupadas de lo que les puede pasar», añadió la hermana. La vigilancia en ese campo continúa.

Entre las actuaciones presupuestadas para los próximos meses está la inversión de 20.000 euros, en la adecuación del local social, con nueva distribución interior de los espacios, iluminación más eficiente, adecuación de la cantina y una modernización general de las instalaciones. Estará acabada después del próximo verano.

Superar la barrera del tren de vía estrecha es un reto a largo plazo

Acabar con la barrera física que supone el inamovible trazado del ferrocarril de vía estrecha para el barrio es otro de los retos del Manifiesto Fénix.

Es un proyecto complicado que necesita de la implicación de la Administración del Estado, de la que depende la línea. Sin embargo, el plan de unir en una sola instalación las estaciones de autobús y ferrocarril, desde el AVE hasta el convencional, pasando por la línea a Los Nietos, podría situar más cerca ese lejano horizonte.

La confirmación de que la estación del tren no se marchará a Mandarache también es una buena noticia para el barrio.

La recuperación del castillo es el plan patrimonial más ambicioso

El proyecto de más calado para el barrio se centra en la fortaleza que lo corona: el Castillo de Los Moros. El plan europeo MAPS se encuentra inmerso en su segunda fase, que comenzó en junio del pasado año y finalizará en junio de 2018. El Ayuntamiento, de acuerdo con organismos municipales de otras nueve ciudades europeas con patrimonio militar en desuso prepara una iniciativa para conseguir financiación europea para rehabilitar la fortaleza.

La Coordinadora de Los Mateos considera que recuperar la fortificación como lugar de visita permitirá al barrio dar un importante salto adelante.

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